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En la nueva sede, el Centro de Paz Urbana continuará acompañando procesos para la reconciliación y la Paz.

Hay abrazos que se dan como acto de bienvenida, de despedida, de agradecimiento, pero también como mensaje para decir: Estoy contigo.

A todas aquellas personas, mujeres, hombres, liderazgos sociales, comunidades, organizaciones sociales, instituciones públicas, privadas, academia, que durante dos años llenaron de sentido el Centro de Paz Urbana con sus iniciativas, propuestas, reflexiones, les damos un abrazo de agradecimiento, pero también les anunciamos que desde el lugar en el que ahora estaremos, en la sede del barrio Miraflores (Cra. 24 # 3-60), seguiremos abrazando fuerte todas las posibilidades y agendas comunes que nos permitan seguir caminando juntos para asumir los retos que tenemos frente a la reconciliación y la construcción de Paz.

Hace dos años el Observatorio de Realidades Sociales de la Arquidiócesis de Cali, llegaba a la emblemática calle quinta a ocupar un espacio de la ciudad que hablaba de la historia reciente vivida con el estallido social, del dolor, pero sobre todo de las esperanzas. 

Como aporte a la reconciliación y la Paz, la Arquidiócesis de Cali, de la mano de monseñor Darío de Jesús Monsalve, hoy obispo emérito, propuso a la ciudad – región desarrollar la idea de un Centro de Paz Urbana que posibilitara el encuentro de ciudadanías, liderazgos, comunidades, instituciones, Iglesia, organizaciones sociales para caminar juntos y juntas en la construcción colectiva de respuestas ante los desafíos de violencias, injusticias y desigualdades.

Frente a ello, en todos los territorios donde la Iglesia hace presencia, ha estado acompañando a quienes sufren, promoviendo en todo lugar, iniciativas solidarias con enfoque de Paz y reconciliación social que sirvan para desarrollar procesos que ayuden a sanar las heridas.

Hacia una pastoral para la reconciliación y la Paz

La construcción de Paz y procesos de reconciliación han sido asuntos en los que la Iglesia ha contribuido. En la última década, ese compromiso se ha materializado en el acompañamiento al proceso de Paz entre el Estado colombiano y las Farc, y de manera más reciente, al proceso con el ELN.

Para seguir consolidando los esfuerzos por la reconciliación y la Paz, iluminados por el “Evangelio de la paz” (Ef 6, 15), la Conferencia Episcopal de Colombia ha propuesto materializar la idea de una Pastoral para la Reconciliación y la Paz que ayude a sumar voluntades de la sociedad. Atendiendo ese llamado, la Arquidiócesis de Cali ha destinado la sede ubicada en el barrio Miraflores, para que desde ahí, junto a las dependencias vinculadas al desarrollo de estrategias de Paz territorial, se dé un fuerte impulso al trabajo que favorece el desarrollo humano integral. 

Se trata entonces de seguir acompañando, de seguir abrazando todo aquello que a partir de la promoción del tejido social, siga ahondando en una serie de espiritualidades que promueven la Paz como bien común.

Los nuevos desafíos los seguiremos asumiendo guiados por la visión estratégica y acompañamiento pastoral de monseñor Luis Fernando Rodríguez, de su mano, avanzaremos como Iglesia particular aportando iniciativas, entre ellas, la consolidación para los años que vienen, del modelo pedagógico implementado a través de la Escuela de Ciudadanías “Entre Vecinos & Vecinas”, además, con el observatorio de Realidades Sociales seguiremos promoviendo reflexiones y generando propuestas ante las realidades que nos rodean.

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