BOLETÍN #82
El país tiene conocimiento de los procesos organizativos de las comunidades indígenas y sus capacidades para la movilización social, así como de sus históricas reivindicaciones por el reconocimiento étnico territorial y su compromiso con el cuidado de la vida; el país conoce el baluarte que existe en sus sabidurías ancestrales, su armonía y compromiso con el cuidado de la casa común.

escrito: Rubén Darío Gómez
El país tiene conocimiento de los procesos organizativos de las comunidades indígenas y sus capacidades para la movilización social, así como de sus históricas reivindicaciones por el reconocimiento étnico territorial y su compromiso con el cuidado de la vida; el país conoce el baluarte que existe en sus sabidurías ancestrales, su armonía y compromiso con el cuidado de la casa común.
De igual manera es de amplio conocimiento las dificultades que enfrentan estas comunidades golpeadas por las lógicas de la guerra y el narcotráfico que vulneran las vidas con saña. Razones por las que hemos visto a los indígenas con bastones de mando hacer respetar su territorio y autonomía ante los más diversos actores armados (ejercito – guerrilla – paramilitares), asunto éste que les ha valido el asesinato de varios de sus líderes y lideresas.
Partiendo de ese conocimiento instamos a ser sensibles como nación a las realidades que está exponiendo la Minga Nacional Indígena a través de su presencia en 22 puntos del país; instamos a generar un ambiente de diálogo comprometido y de vocación de país para superar los graves problemas de acceso a la tierra, la erradicación de cultivos ilícitos y la protección de la vida de las comunidades étnicas.
Instamos al Gobierno Nacional a dejar a un lado el tratamiento policivo y militar frente a la movilización indígena; exhortamos a la fuerza pública para que no dispare contra los manifestantes y evite la confrontación; instamos a las comunidades en minga a no permitir quema de vehículos que desdibujan la esencia pacífica de la movilización.
Animamos a seguir propiciando escenarios de encuentro entre hermanos y hermanas colombianos que nos posibilite superar los conflictos sociales del país con vocación de comunión y construcción entre diferentes. Quedamos atentos a que se pueda instalar mesa de diálogo entre Gobierno y Minga Indígena en puntos tan críticos como la Delfina (vía Cali – Buenaventura).