“Son cosas chiquitas.
No acaban con la pobreza
no nos sacan del subdesarrollo,
no socializan los medios de producción
y de cambio, no expropian las cuevas de Alí Babá.
Pero quizá desencadenen la alegría de hacer,
y la traduzcan en actos.
Y al fin y al cabo, actuar sobre la realidad
y cambiarla aunque sea un poquito,
Es la única manera de probar
que la realidad es transformable.”
Son cosas chiquitas, Galeano. E
Por: Sara Vásquez Rodríguez*
Cali, es una ciudad que se asoma al oriente con un solaaazoo, despertando a la ciudad de lomas y montañas con su cálido aliento. El aire se llena del aroma a pam recién horneado, de arepas con chorizos que susurran historias y el café dulce como las sonrisas que brotan de su gente de rostros afros, campesinos, indígenas, mestizos y urbanos, tejiendo una pluralidad vibrante de vida, perrenque, berraquera, camello y esperanza.
También es una ciudad que ha sido victimizada por las múltiples crisis sociales, políticas y económicas, de un conflicto que no es ajeno al resto del país. En los últimos años, el estallido social que ocurrió en Colombia durante el 2021 puso de manifiesto las profundas heridas que aún persisten en la Cali que re-existe.
Las manifestaciones fueron un grito colectivo contra la desigualdad, la violencia, la corrupción y la falta de oportunidades para quienes han sido históricamente excluidos/as. Revelando una Cali urbana, rural con injusticias, clasismo, racismo, con una élite política que aún guarda la herencia y el legado de una ciudad marcada por el narcotráfico que se extiende a lo largo de su valle.
Durante el estallido social, Cali se convirtió en la capital nacional de la resistencia y en uno de los epicentros de las protestas, movilización social, espacios de encuentro, arte, ollas comunitarias, brigadas de salud y mucha solidaridad. Según datos de INDEPAZ fueron registradas 45 personas asesinadas por parte de la fuerza pública y civiles armados y, de acuerdo a la investigación del Tribunal Popular en Siloé (2023), entre el 28 de abril al 12 de junio del 2021 en la comuna 20, ocurrieron 18 hechos de violencia en donde se evidencian 159 personas victimizadas, entre ellas 16 asesinatos por el Estado. La represión violenta por parte de las autoridades estatales y paraestatales dejaron una huella imborrable entre la ciudadanía, casos como el de Rafael Andrés Escobar González, civil que disparó hacia manifestantes y actualmente es concejal de Cali por el Centro Democrático (2024-2027), preocupa. A la fecha muchos de estos hechos siguen sin esclarecerse y parte de la estrategia ha sido dilatar el proceso judicial, manteniendo la impunidad.
La situación económica no es menos alarmante. Antes del estallido social, el desempleo en Cali ya era preocupante. Según datos del DANE, el desempleo en Cali alcanzó cifras superiores al 15% en 2023, lo cual refleja una crisis laboral aguda. Además, para el trimestre de junio-agosto del 2024 el 48% de la población ocupada se encontraba en situación informal, lo que limita su acceso a derechos laborales básicos como salud y pensión.
La ciudad cuenta con una población aproximada de 2.5 millones de habitantes y enfrenta un déficit significativo en infraestructura. Esto genera un entorno donde el espacio público se convierte en un lugar inseguro y poco accesible para muchas de las personas. Las comunas de la ladera y el oriente de la ciudad, las cuales son las más afectadas, no sólo son aquellas con mayores índices de pobreza y exclusión social, sino también con menos zonas verdes, arbóreas, para el juego y el deporte, así mismo son las que tienen menor cobertura para el acceso a la educación superior.
El Papa Francisco en Hacia una cultura del encuentro ha dicho: la búsqueda de consensos y acuerdos tiene que estar unida a “una sociedad justa, memoriosa y sin exclusiones”. Si no, sería un proyecto “de unos pocos para unos pocos” (EG 239), porque «el solo hecho de haber nacido en un lugar con menores recursos o menor desarrollo no justifica que algunas personas vivan con menor dignidad” (EG 190). Estas frases resuenan profundamente en el contexto caleño. Es ahí donde las iniciativas de paz, los procesos y organizaciones de la sociedad civil y los movimientos sociales han tomado este llamado como un mandato para insistir que, desde lo colectivo, en juntanza y hermanándonos, podemos construir puentes entre diferentes sectores, para lograr incidir en el cumplimiento de derechos básicos a la educación, la salud, el trabajo y los derechos de las personas victimizadas a la verdad, la justicia, la reparación integral y la no repetición. Existe una necesidad de transformar los espacios discursivos que empiezan a tomar fuerza bajo una narrativa que alimenta el odio, la persecución y el exterminio de quienes se manifiestan o piensan diferente.
Iniciativas deportivas, artísticas, de memoria, ecuménicas y académicas han permitido no sólo expresar el descontento y evidenciar la desigualdad sino también generar propuestas concretas para el cambio. Estos procesos son vitales no sólo para sanar las heridas del pasado sino también para construir una visión colectiva que permita avanzar hacia una sociedad más justa. Es esencial reconocer que aunque Cali enfrenta grandes retos, también cuenta con iniciativas colectivas que re-existen y están dispuesta a luchar por sus derechos. Toda ciudad merece ser un lugar donde cada voz sea escuchada y cada persona tenga acceso a oportunidades dignas.
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*Socióloga de la Universidad del Valle. Sistematizadora-Pedagoga del Observatorio de Realidades Sociales de la Arquidiócesis de Cali.
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En el marco de esta coyuntura, desde el Observatorio de Realidades Sociales de la Arquidiócesis de Cali nos encontramos con diversas organizaciones sociales e instituciones, en una “Comisión por la Vida”, con el propósito de organizar, sistematizar y denunciar las graves agresiones contra los derechos humanos, a manos del Estado, en Cali (Informes Comisión por la Vida mayo 2021; junio 2021; abril 2022).
INDEPAZ. (21 de julio de 2021). Listado de las 80 víctimas de violencia homicida en el marco del paro nacional al 23 de julio del 2021. Consultar en
https://indepaz.org.co/victimas-de-violencia-homicida-en-el-marco-del-paro-nacional/ . Se sabe que existe un gran subregistro.
Tribunal Popular en Siloé. (2023). Tribunal Popular en Siloé: conmemorar, dignificar y resistir. Consultar en https://co.boell.org/sites/default/files/2023-11/hb-tribunal-popular-en-siloe-web_1.pdf
ONU Derechos Humanos-Oficina del Alto Comisionado. (30 de septiembre de 2021). Colombia: Expertos gravemente preocupados por la falta de verdad, justicia y rendición de cuentas por asesintatos y otras violaciones de derechos humanos durante el Paro Nacional de 2021 . Consultar en https://www.ohchr.org/es/press-releases/2024/09/colombia-experts-gravely-concerned-lack-truth-justice-and-accountability
El País. (1 de octubre de 2023). Preocupación por déficit de zonas verdes públicas en Cali, revista El País. Consultar en https://www.elpais.com.co/cali/preocupacion-por-el-deficit-de-zonas-verdes-publicas-en-cali-0155.html
Pontificia Comisión para América Latina. (2015). El Papa Francisco y la cultura del encuentro. Consultar en http://www.americalatina.va/content/americalatina/es/articulos/el-papa-francisco-y-la-cultura-del-encuentro.html